Yo y mis circustancias

Qué difícil es algo que en realidad parece fácil. Asumir las circunstancias de cada cual. Sabemos cuales son, porque son nuestras, pero a veces no les hacemos caso y nos confundimos con las circunstancias de los demás, a veces de la gente más cercana, por aproximación, por mímesis.
Una vez aceptadas las propias, podemos actuar en consecuencia, saber si lo que hacemos es realmente lo que queremos o lo que creemos que queremos. Importante distinción. Ya no nos dispersamos en las circunstancias ajenas a nuestros deseos. Vemos el camino y vamos a por él. Exclusivamente a por él. Con tesón.

Elegir

En esta vida, siempre que elegimos, ganamos algo pero también perdemos algo, porque elegir significa decidir, cambiar, optar, y cuando lo hacemos, dejamos atrás cosas queridas, no sabemos si lo nuevo nos deportará más alegrías o tristezas, pero es nuestra elección, hemos ante puesto nuestro deseo ante la duda sobre lo que vendrá, y ese deseo es nuestra mayor fuerza.

Tumba-dos

En la era de las prisas, de la aceleración vertiginosa de la información, de las redes sociales, de los espías... quiero hacer un pequeño alto, un reposo para pensar, con calma, como hacían antaño aquellos tumbados famosos, Proust, etc.. se tumbaban a pensar, qué delicia¡¡ y lo conseguían¡¡¡ podían parar durante un tiempo para dejar que las musas entraran en sus casas y así poder crear, en silencio, concentrados. como si fueran pequeñas tumbas de conocimiento...sí,  tumba...dos...y así, florecían con cariño la mayor parte de sus palabras. De su genio.

Deseo y pasión

Para mi, la escritura comenzó siendo una necesidad, poco a poco se fue convirtiendo en un deseo que alimentaba día a día, ahora, pasados los años, se ha convertido en una forma de vida, de hecho, en la única forma de vivir en la que me siento bien, donde estoy más segura, donde construyo mi particular visión del mundo. El deseo, se fue convirtiendo en mi pasión.

¿De dónde vienen las ideas?

Necesito una idea, pero basta que la busque como una loca, para que no me aparezca, ya sé que a veces una sola palabra basta para la inspiración, o una mirada, o un color, pero también es verdad que hay veces que esa palabra se esconde, se esconde en los recovecos de mi mente como si no quisiera ser encontrada, como si necesitara algo más, y ¿qué será ?
Decido olvidarme y hacer como si no la buscara, a lo mejor si no siente tan demandada, aparece, ya se sabe que las musas son muy caprichosas, sólo vienen cuando ellas quieren.
Es como el deseo, que siempre lo es de otra cosa...

La fiebre creativa

El sopor que te da la fiebre cuando no es muy alta, es interesante. Te sube una especie de nube a la cabeza que como tal, te nubla, te permite asomar esa parte más inconsciente que es tan creativa, esa parte más alocada que se libera del freno de la razón y de las normas de nuestro "yo" más exigente. Me gusta escribir también cuando estoy malita. Es una buena forma de luchar contra los virus, porque cuando los virus sienten que pasas de ellos, que estás haciendo como si no estuvieran....entones.., se van...

La doble vida

Para escribir es necesario sentir que somos otra persona, esa otra persona no se nos parece en nada, aunque a veces le vemos algún gesto similar y nos llama la atención. Cuando escribo, soy otra, sí, soy una parte de mi que desconozco y la dejo asomar para ver qué pasa. Llevo una doble vida. Me manejo a mi misma y la manejo a ella, pero a veces, ella, se levanta, erguida, y va y me dice: ¡rebélate¡ y yo, que no siempre obedezco los designios de mis personajes, le contesto: ¡¡rebélate tú¡¡
Las dos comprendemos el camino.

El talento

He oído por ahí que el talento no era otra cosa que una larga paciencia, estoy completamente de acuerdo, pero además añadiría que el talento es confiar en uno mismo, el talento es el tesón, es tozudez, testarudez, es
creer en ti, en tus habilidades, sin importarte nada más que tu deseo.

Año nuevo, escritura nueva...

Ha pasado un año, corrijo mis escritos sin descanso, voy puliendo el material hasta que veo cómo mejora, si, ha pasado un año, otro año, con historias que van tomando forma, que voy preparando incesante, sin descanso, buscando la mejor manera de expresar aquello que quiero contar, o lo que no quiero, pero que me sale de manera irremediable.
Mientras pulo mi historia sobre la venganza, veo cómo ha cambiado mi perspectiva de esa novela a medida que la corrijo, ahora es una historia que puedo trabajar, que puedo ver desde la distancia, sí, ha pasado un año, y ella se ha convertido en otra.